miércoles, 29 de abril de 2015

El campero

El campero nunca se rinde. Se mantiene firme y alerta, tiene la convicción de que su oportunidad llegará y eso es lo que lo diferencia de ti. Mientras el común de los mortales baja la guardia, él avanza en la obscuridad sin ser visto. Cuando aparece la oportunidad de oro, él actúa de inmediato mientras tú te haces a la idea de lo que ocurre.

El campero tiene las poderosas armas de la planificación, la improvisación y la perseverancia. No desaprovecha su tiempo; ahí donde lo ves quieto, planea e imagina posibles situaciones, siempre un paso por delante tuya. Ahí donde creas que ha bajado la guardia, ahí donde creas que se ha rendido, ahí será donde mejor pueda asestar su golpe. El campero no tiene compasión, ya que nadie la tuvo con él. Es un incomprendido que únicamente lleva su modo de vida de la mejor forma que sabe vivirla. Rozando la psicopatía, tiene la mente de un genio. Juega contigo a un ajedrez abstracto y de múltiples niveles en el que nunca quisiste empezar partida, pero él te obligó a seguir la que él había organizado y empezado.

El campero, esa figura desplazada de lo que es normal y políticamente correcto, con una fachada de normalidad y una personalidad fría y calculadora.

Despechado por la gente común, se mueve en el sigilo, busca su oportunidad, mueve hilos, la encuentra y actúa de forma que nada podría impedírselo. ¿Lo odias? Pues solo tienes una forma de combatirlo, amigo mío, volviéndote peor que él. Si es que puedes.

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